- LA ORDEN
- Posts
- El mito de la productividad
El mito de la productividad
Deja de tratar de ser productivo todo el tiempo
En este mundo loco y acelerado en el que vivimos, la cultura del trabajo ajetreado parece estar en todas partes; se trata de la productividad incesante, ocupación constante y un impulso interminable hacia el éxito.
Pero he notado por experiencia propia que los problemas surgen cuando estás demasiado concentrado en el futuro, cuando crees que la felicidad solo llegará una vez que hayas logrado tu gran objetivo.
Es muy fácil olvidar por qué lo estás haciendo.
En primer lugar, siento que siempre necesito ser productivo para lograr el éxito que busco y, a veces, esto me quita el disfrute de otras actividades cotidianas, mientras la ambición y el trabajo duro son innegablemente importantes.

La búsqueda incontrolable de la productividad realmente puede causar un efecto a nuestro bienestar mental, físico y emocional. Priorizando el éxito profesional a expensas de otros aspectos importantes de la vida, como las relaciones, el crecimiento personal y las actividades de ocio, esto crea un desequilibrio que conduce a una sensación de vacío, arrepentimiento y falta de realización.
Presiona y quita placer al proceso.

El filosofo Bertrand Russell
Dijo una vez: Uno de los síntomas de un colapso nervioso inminente es la creencia de que el propio trabajo es terriblemente importante.
Muchas veces olvidamos que la vida no se trata solo de alcanzar un destino en particular, sino de aceptar el viaje en sí, porque bueno, en realidad no existe una línea de meta.
Los humanos tenemos este deseo innato de esforzarnos siempre por más y está profundamente arraigado dentro de nosotros.
Así que digamos que alcanzas esa meta tan esperada.
Se siente bien, pero adivina ese sentimiento solo dura una semana o dos y luego vuelves al punto de partida buscando la próxima novedad. Es un ciclo interminable; creces, alcanzas nuevas alturas y se convierte en la nueva norma y luego, debido al desequilibrio, podrías carecer en otras áreas de tu vida.

No estoy diciendo esto para disuadirte de esforzarte para alcanzar el éxito; por todos los medios, trabaja duro en esas largas horas si es necesario, pero por favor, no caigas en la trampa de pensar que la felicidad aparecerá mágicamente una vez que alcances tu objetivo seguro.
Rara vez funciona de esa manera; no olvidemos también que el futuro es un concepto que nunca llegas a alcanzar dentro de un año, pero cuando llega el día se convierte en el momento presente; ahí es donde se desarrolla la vida, donde se crean las experiencias y donde se hacen realidad.
Suceden cosas buenas cuando te tomas las cosas un poco más despacio y dejas de apresurarte hacia el éxito.
Al hacerlo, no solo alcanzarás tus metas sino que también descubrirás una sensación más profunda de satisfacción en el camino.
Realiza ese viaje espontáneo por carretera, explora nuevos lugares y deja que el mundo una tu sentido de asombro; redescubre pasatiempos que te brinden alegría, pasa el rato con tus seres queridos y, honestamente, haz lo que sea, simplemente no olvides vivir tu vida.

Ten en cuenta que todas estas cosas también pueden considerarse productivas; no solo se trata de trabajo.
Recuerda que no eres una máquina; eres un ser humano con emociones, deseos y cualquier necesidad de conexión. Necesitas tiempo para recargarte.
Reflexiona y rejuvenece tu espíritu; date permiso para alejarte del ajetreo por lo menos por un rato; mientras celebras tus logros a lo largo de tu camino, no dejes que eclipsen la alegría que se puede encontrar en los momentos ordinarios de la vida.
Te deseo todo lo mejor mientras continuas esforzándote y disfrutando del viaje de la vida.
ELI
Dale a la opción "Me encanta" al inicio de esta carta o responde a este correo para compartir tu experiencia o opinión de la carta. Estaré encantado de responderte.
Reply